Esto nos demuestra que los tatuajes no son siempre bellos; es más, algunas veces resultan bastante peligrosos.
Esta mujer nunca imaginó las pesadillas que pasaría luego de hacerse un tatuaje floral pequeño. El pequeño adorno se infectó rápidamente, hasta que la pierna se hinchó como un globo.
Los médicos ya habían pensado amputarle parte de la pierna; pero para suerte de la mujer, luego de muchos intentos, los antibióticos hicieron efecto.








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